Poco más de un mes queda para el 2018 y, con él, un nuevo año, el que tiene que partir con un nuevo presupuesto.

 

Éste, para que sea efectivo, nos debe permitir hacer una previsión estimada de la cantidad de dinero del que va a disponer una empresa en un periodo de tiempo concreto.

 

Un presupuesto mal elaborado puede tener consecuencias a corto y largo plazo en la salud financiera de cualquier pyme. De hecho, malas previsiones pueden hacer quebrar a una empresa.

 

Es muy importante tomar en cuenta que debe hacerse junto a un contador, y tomando previsiones reales. Para hacer este plan el optimismo debe quedar de lado, de hecho, lo más conveniente es ser realista, y no mentirse a sí mismo. Esto podría hacer que la empresa quiebre por liquidez.

 

Fuente: pyme.emol.com